Keila Ramirez
En Proteína para el Alma del día de hoy, compartiré con todos ustedes un poema de adoración a Dios que el Espíritu santo me dio a escribir mientras oraba una madrugada:
Mi Dios Invisible
Mi Dios es invisible, para que estando aquí conmigo, este lejos de todos mis sentidos.
Para que estando cerca, mis ojos no lo alcancen y mis manos no lo palpen.
Mi Dios es invisible, para que aun sintiendo en mi su presencia no me acostumbre a ver con mis ojos su presencia.
Mi Dios es invisible, porque aun sintiendo su abrazo, no pueda yo con mis manos tocar sus brazos. Porque aun hablando todo el día de Él y sintiendo en mi boca su esencia y el discernimiento del olor grato de cuando en un lugar esta su presencia. Y el toque del llamado escucho cuando llega a tocar mi puerta.
Mi Dios es invisible, porque mi corazón está lleno de amor por ti, mas mis ojos no te pueden describir.
Porque siento en mi interior algo grande que me inquieta, mas mis manos no te tientan.
Porque siento en todo mi ser que lo haces estremecer al punto de hacerme llorar, mas mis ojos no saben decir porque mis lagrimas quieren derramar, y mi boca porque tan alto quiere gritar.
Porque mi mente no concibe el no tenerte en ella, porque no logro pasar un segundo sin pensarte, porque mi boca teme el no hablarte, porque sin verte a mi lado te siento siempre conmigo, porque no concibo tener a nadie a mi lado que no te quiera como yo te quiero; porque te adoro, porque te anhelo, porque no logro pensar en vivir la vida sino te tengo. Porque cada minuto que pasa pienso como agradarte, porque eres el agua que calma mi sed, porque desfallezco solo de pensar de que tu no estés. Porque eres Santo, porque quieres que te sienta en la invisibilidad de tu espíritu, porque quieres que te adore por tu esencia y por tu presencia, por quien eres y por quien te has revelado en mi vida.
Porque eres lo más grande que he podido hallar en el mundo, ¡Dios mío eres tú! Invisible, perfecto, eterno, grande entre los grandes, todopoderoso, mi consolador, el eterno rey de mi vida, mi dueño, quien tiene el control de mi vida por completo, el absoluto, el soberano, quien vive y reina por los siglos de los siglos, el que es, que era y que ha de venir. El invisible…. Te amo.
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